31 octubre 2006

STELLITA

Por Omar Dianese
Dicen que la noche te alzò con ternura. En plena primavera. Como llevando a su niña a un juego eterno. A salpicarse de luces en un valle florecido de inocencia y alegrìa.

Cuentan que te abrigò con un manto plateado de lunas colocando en tu cuello un fino collar de estrellas. Esas que te guiñaban el ojo tan lejanas cuando apoyabas tu cabeza en el cemento urbano buscando descanso. Después de cada jornada de trabajo , de buscar el billete que te permitiera cada mañana el desayuno junto a Eduardo.

Entonces te buscaron en el atrio de La Redonda tus vecinas de Belgrano. Las que hablaban con vos de tantas cosas. En los jardines del Borda inquieta la locura gritò tu nombre sin respuesta. Frente a las pantallas de miles de televisores se apagaron las risas que encendìas desde un living de màgica frescura. Con tu mirada pìcara . Con tus ocurrencias ùnicas. Con verdades inobjetables.

Y comenzamos a extrañarte. A penar tu ausencia. Porque no podemos otra cosa sumergidos en las turbias aguas de este océano material. Es que no somos capaces de verte sonreìr. Liberada para siempre. Vestida de anfitriona en un paisaje abismalmente inalcanzable para nuestras mentes. Entrevistando a la dicha. Desmemoriada para siempre del sufrimiento.

Por eso te pensamos. Pintamos tu rostro con el gesto que sembraste en cada corazòn. Dibujando tantos retratos como recuerdos. Oyendo tantas palabras tuyas como la memoria nos concede albergar. Huèrfanos de tus abrazos pero enormemente enriquecidos por tu amor. Adiòs.

10 octubre 2006

ELEUTERIO

Vida Salvaje
( o de cómo la complicidad
es el parentesco más cercano)


"en la tierra en que yo vivo
si es despierta quema el sol
si es de noche y cuando hay luna
se me inquieta el corazon."
Cuarteta de chacarera de Eleuterio


Querido Eleuterio:


Recuerdo su jardín de amapolas, de amapolas eficaces diria Neruda, un viejo amigo suyo.

Sé que tuvo varios oficios, de ellos me gusta referirme al de músico, al de poeta y ese de sacarle flores a un pedregal, a una tierra vacía.

Aquellos versos iniciales de Tierra Baldía de Eliot "abril es el mes más cruel", tienen sentido en el hemisferio norte donde todo empieza a brotar y se viste de primavera, pero acá en el sur son un misterio y una profesión de fé.

Entonces usted está recibiendo la invitación para el lunes a las 21 hs en la radio para charlar de rosales, de amapolas, escuchar un algo de poesía, un algo de musica.
Un abrazo- marcos


“ EL POETA DE LA MIEL ”

x
Omar Dianese

En la noche azul de San Marcos los duendes cuentan historias. Con sabores a miel, a peperina y a vino noble y amargo.

Entonces no puede omitirse su nombre de acordes y poemas. Su llegada de Rey de Rimas envuelto en una capa de fantasìa para hacer noche en cualquier parte.

Cuentan que llegò después de una larguìsima caminata. Buscando una tierra generosa donde cuidar las semillas hasta hacerlas explotar en el maravilloso milagro de la flor. Para enseñar y aprender. Para escuchar y responder. Con esa admirable calma de los hombres libres.

En los atardeceres rojizos de San Marcos aùn suenan sus chacareras. Su piano de jazmines y zorzales. Se recorta su silueta en la perfumada geografía de La Banda. La memoria tallada en cedros y cipreses atesora relatos èpicos de su peregrinaje por el mundo. Siempre buscando la utopía de la magia constante y luminosa de estrellas , lunas y soles de un paisaje transparente y prometedor de primaveras.

El sonido del rìo en las mañanitas tiernas y pueriles del valle habla solo para quienes escuchan con el corazòn.

Entonces, querido Eleuterio permìtaseme la evocaciòn , habemos quienes descubrimos su presencia permanente en las hojas de un otoño solo visible para los ojos del alma.




(Para escuchar la entrevista hacé click abajo)

ESCUCHAR EL AUDIO DE LA ENTREVISTA DE ELEUTERIO
     
     
     
    Tambien fijarse en Una historia con piano en el Podcast del Colectivo FM La Tribu.
    "Los Buscadores de Historias" los viernes a las 21 hs por FM LA TRIBU

07 octubre 2006

LEOPOLDO

Por Omar Dianese
"El futuro es hoy"

Buenos Aires y el invierno son casi la misma cosa. Paseo Colón es un frío camino céntrico. La geografía porteña es una mezcla de cemento y melancólica poesía . El Plata acompaña desde cerca la rutina ciudadana. Pero hasta ahí nomás, como un ladero fiel y silencioso.

La vida parece apurarlos a todos. Nadie aparenta saber por que se apura.

Desde temprano modernos automóviles parecen integrar una caravana carente de sentido.

Gente que transita esas calles casi sin ver. ¿Cómo se apreciará desde lo alto? Pequeñas criaturas desplazándose, nerviosamente, en el interior de un extraño laberinto de asfalto.

Soledades disimuladas, rodeadas de edificios maniáticos guardianes de la city.

Así todos los días, todas las semanas, toda la vida .

Las oficinas esperan los comentarios de siempre. Los bares tientan con un café y un diario. Para olvidar por un rato la tragedia.

Hacia el este Puerto Madero ofrece un mediodía de película. Cerca del bajo siguen embistiendo a la historia hasta que no queden rastros. Hasta que no queden huellas. Hasta que no quede historia.


La avenida es una recova que ofrece garrapiñadas, cubanitos, calculadoras, monitos que silban, paraguas, relojes, guantes, recuerdos amarillentos, un ramo de nostalgia ...

Mientras espera zapatos para lustrar, el Pato se zambuye en las páginas de Crónica. Alfredo camina una y otra vez con la bandeja repleta del bar a la oficina. Así es la vida en el microcentro hasta entrada la noche. Entonces todas las voces se callan. Todas las miradas desaparecen...ó casi todas.

Leopoldo sigue mirando. La ciudad vacía, despojada de almas, habitada por el silencio.

Con su radio, con su mate, con su par de bolsos. Con su mundo de pavimento gris. La vereda es su hogar, su vida es nada más que el día a día.

Alguna vez comentó:

"Quisiera estar quince o veinte minutos en una oficina, y ver como es el desempeño, el desarrollo. Para mucha gente, para la multitud, no sé si paso inadvertido o me ignoran como lo ignoran todo, desde siempre. Creyendo que los demás no están ni siquiera para ocupar un lugar en la calle caminando sino que son los juguetes de ellos.
Prestás atención a los ojos de la gente y esas miradas están cargadas de maldad."

El anochecer de tonos morados, azulinos, suele poner cotidianamente el final a la urbanísima novela, para volver a comenzar a la mañana siguiente. El futuro no existe. El presente es juntar latas por las calles céntricas para cambiarlas por unas monedas.

Sábados y domingos no hay función. Desierto de alquitrán.

Pero el lunes las frustraciones vestidas de traje o minifalda volverán a poblar calles y avenidas. Para aturdirse nuevamente hasta la amnesia y olvidar lo más rápido posible el fin de semana a solas, con ellos mismos.

Los edificios volverán de su modorra, los bares reabrirán sus puertas, las oficinas dirán: " has vuelto…"

Él seguirá en el lugar de siempre, solo presente…Con eso le basta y sobra.

(Para escuchar la entrevista hacé click abajo)


Leopoldo.mp3